Currículum Crítico, un currículum liberador.
Crítico,
crítica, pedagogía crítica, teoría crítica, currículum – currículo, praxis,
libertad, teoría de la reproducción y resistencia, reflexión, comunicación,
dialogo. Son palabras que vinculo de una manera inmediata a mi mente y memoria
con un impacto lindante al dialogar sobre el currículum crítico.
Comenzando
por la palabra “crítico”, es acaso este término ¿el juicio que se establece
sobre algo? ¿El cuestionamiento sobre ese algo específico?, de así serlo ¿debe
ser siempre algo malo? Las críticas no siempre han de tener solo puntos
negativos es más, al relacionarlo con el currículum crítico llegan mi cabeza
las respuestas sobre una mejora indudable si aquel currículum se estableciera o
se tomara más en cuenta en la educación actual tanto Chilena como
Latinoamericana. Pero para ello antes
que todo debemos conocer el funcionamiento, propuestas, y planteamientos de
este currículum para solo así poder operarlo aplicando una transformación restauradora y emancipadora además de
necesaria.
El currículum crítico entiende el plan de estudios o más bien la educación
como un acto de liberación (que alegría me produce el leer la educación como
liberación), por lo tanto sus enfoques van directamente a una democracia
participativa y comunitaria aunque para el siglo actual en el que nos
desenvolvemos, aquellas tres palabras en cursiva suenen como una ironía
redundante. No obstante, por sobre todo el curriculum crítico dispone de una
construcción reflexiva que es planteada por el mismo sujeto. Su base se sustenta en pedagogía crítica pero
avanza sobre ellos, en donde «se encuentra la tarea de educar a los alumnos y alumnas para que se
conviertan en agentes críticos que se cuestionan y discuten, de manera activa,
la relación entre la teoría y la práctica, entre el análisis crítico y el
sentido común, entre el aprendizaje y el
cambio social» (Giroux, 2008).
Presento un gran interés por este curriculum porque veo la existencia de un adoctrinamiento
curricular en las sociedades y centros educativos, que evitan el desarrollo en
todo su esplendor del pensamiento crítico y del cambio de pautas, forjando una
democracia… no tan demócrata.
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